PIENSA
La globalización es un proceso histórico de integración mundial en los ámbitos económico, comercial, político, tecnológico, de las comunicaciones, social y cultural, que ha convertido al mundo en un lugar cada vez más interconectado, una “aldea global”. Ese proceso se produjo con el fin de la Guerra Fría, así como por la expansión del libre mercado globalmente.
SABÍAS QUE...
El Diccionario de la Real Academia Española define el término globalización, como «Proceso por el que las economías y los mercados, con el desarrollo de las tecnologías de la comunicación, adquieren una dimensión mundial, de modo que dependen cada vez más de los mercados externos y menos de la acción reguladora de los Gobiernos».
La globalización es un proceso fundamentalmente económico, que consiste en la creciente integración de las distintas economías nacionales en una única economía de mercado mundial.
La globalización es, básicamente, el resultado de cuatro causas, que no necesariamente son independientes, pero que se deben diferenciar y precisar:
- La mundialización de la economía. Consecuencia a su vez de la mejora de las comunicaciones, la apertura de fronteras, la bajada de los costes de transportes, la fragmentación geográfica de la producción, la mejora del comercio internacional en general, la mejora de la financiación global y de las nuevas alianzas estratégicas entre el capital y la tecnología.
- La eclosión de nuevas e importantes tecnologías en las dos últimas décadas.
- La cobertura planetaria de las comunicaciones (satélites, telefonía móvil, Internet).
- La importancia que está tomando el factor conocimiento y, en concreto, la innovación en los procesos económicos.
Uno de los efectos más perniciosos de la globalización es la asimetría en las relaciones económicas y comerciales entre los Países del Norte y los Países del Sur, provocada por la liberalización de los mercados de los últimos cuarenta años (Ver ficha relaciones Norte-Sur). Los países más beneficiados con la globalización son los países del Norte, al poder encontrar nuevos mercados, mano de obra, materias primas, condiciones fiscales, de producción o extracción, más ventajosas.
Por lo general, los países que se llaman “del norte”, son países “ricos o desarrollados”, que suelen proveerse de materias, mano de obra y recursos (energía, agua, etc.) en los llamados “Países del Sur”. Estos países más “pobres, o en desarrollo”, son en realidad, muchas veces, países ricos por sus numerosos recursos naturales, pero que han sido empobrecidos a lo largo de estos siglos desde la colonización, pasando por la industrialización, hasta la globalización. Muchos de ellos han visto como durante todo este tiempo se han extraído sus riquezas (cultivos, minerales, madera, mano de obra más barata, etc.) para ser exportadas y explotadas por otros países, sin generar un desarrollo industrial o económico importante en sus propios territorios. Pues muchas veces, lo que económicamente reportan esas exportaciones, se queda en las manos de una élite en su país, sin redistribuir la riqueza al resto de la población, y sin mejorar las condiciones de vida de una mayoría social.
Ahora el mundo está más interconectado (en transportes, comunicación, económicamente, culturalmente), lo cual tiene ventajas a la hora de comunicarnos, comprar, o viajar. Pero esa mayor interconexión también nos hace más vulnerables “al contagio” de las crisis económicas y financieras entre países, e incluso a la expansión de las enfermedades y pandemias mundialmente.
¿QUÉ PUEDO HACER YO…?
- Ser consciente de lo que implica la globalización y de los aspectos negativos que conlleva a nuestro alrededor, para poder paliarlos en la medida de lo posible.
- Valorar la adquisición, siempre que sea posible, de productos de comercio justo para garantizar condiciones de producción sostenibles, éticas y solidarias. (ver ficha Comercio Justo).