Productos de comercio justo

PIENSA

El comercio justo tiene como objetivo establecer relaciones comerciales con los países más desfavorecidos desde un intercambio equitativo y justo. Constituye en sí mismo una nueva alternativa de solidaridad, basada en la búsqueda de un modelo de relaciones comerciales, especialmente con los países del sur.

En 1964 se fundó la UNCTAD (Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) que abogó porque se establecieran ayudas a los países en desarrollo y se realizarán conferencias sobre estas cuestiones cada cuatro años. En la primera, celebrada en Ginebra en 1964, los países productores del sur reclamaron Trade, not Aid (Comercio, no ayuda), así nació el Comercio Justo como una alternativa pionera en negocios éticos. Desde los años 70 del siglo pasado se ha convertido en un movimiento comercial global que reclama relaciones comerciales justas. Actualmente sólo supone el 1% de comercio mundial, pero demuestra que son posibles llevarlas a cabo en la práctica.

El comercio justo se basa en:

Posibilitar a los productores vivir dignamente, porque reciben un salario que les permite llevar una vida digna.
No permitir el trabajo forzoso, es decir, esclavo, que aún existe en algunos países y sectores como el agrícola, el pesquero, la minería, o la manufactura. Lo que se conoce como “esclavitud moderna”.
Prohibir el trabajo infantil.
Promover la igualdad de género entre hombres y mujeres.
Establecer relaciones comerciales de equidad entre los productores, los distribuidores y los comercializadores. Además pre-financia a los productores, de esta forma, los salvaguarda de las subidas y bajadas del precios de las materias primas en los mercados y de la especulación.
Empoderar a los productores y poner en valor la gran tarea que realizan.
Además de un salario digno, los productores adscritos al comercio justo reciben lo que se conoce como una “prima de comercio justo” para invertirla en la mejora de su calidad de vida a través de proyectos sanitarios, educativos o de infraestructuras (carreteras, etc.). Eligen democráticamente a qué la destinarán, lo que contribuyen al verdadero desarrollo sostenible de su comunidad.
Se busca la manera de evitar intermediarios entre productores y consumidores.
Se informa a los consumidores acerca del origen del producto.

SABÍAS QUE...

SELLO INTERNACIONAL DE GARANTÍA

Los productos de comercio justo deben estar garantizados, tanto por su carácter especial como por la calidad de los mismos. Para ello se creó el Sello Internacional de Garantía. La adquisición de estos productos por el consumidor genera efectos sociales y ecológicos en el lugar de la producción.

Por ello, cuando adquirimos artículos de comercio justo (alimentación, artesanía, ropa, complementos, etc.) es importante fijarse en que la entidad que los comercializa forme parte de la WFTO (World Fair Trade Organization), la Organización Mundial de Comercio Justo, representada en España por la Coordinadora estatal de comercio justo. Además de poseer certificados como los de la Fair Trade International, Ecocert, FundeCoop (pequeños productores cooperativos), IMO-Fair for Life o Naturland.

¿QUÉ PUEDO HACER YO…?

Ser una persona consumidora responsable y comprar productos elaborados con normas de trabajo éticas. Especialmente alimentos como el azúcar, la panela, el cacao, el café, el té, las frutas y cereales exóticos (como la piña, o la quinoa), puesto que las condiciones en las que los productores trabajan en esos cultivos, y plantaciones, son aún muy precarias, a veces en condiciones de trabajo forzoso.
En el caso de los alimentos que se ponen de moda, como la quinoa, la alta demanda de otros países, muchas veces afecta a la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria de los lugares de donde es originario y parte de su dieta habitual, pues su precio se eleva, provocando que no pueda ser adquirido por parte de la población a un precio razonable.
Eliminar, o reducir, en la medida de lo posible, las compras de grandes empresas y multinacionales que no respetan los Derechos Humanos reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Asamblea General de la ONU de 1948, ni los derechos laborales o las convenciones de la OIT (Organización Internacional del Trabajo de la ONU). Además, cabe recordar que cuatro derechos laborales de los más vulnerados –derecho a la no discriminación, derecho de libre asociación, derecho a la sindicación y derecho a la negociación colectiva– son también derechos humanos.

PARA SABER MÁS...

Y busca en tu Comunidad Autónoma, seguro que encontrarás las entidades más significativas que apoyan el Comercio Justo.