
PIENSA
Hacer una lista de la compra te ayuda a comprar aquello que necesitas, y no hacer compras superfluas, y por impulsos, influidos por los reclamos del comercio o supermercado, o nuestro estado de ánimo (hambre, tristeza, frustración).
SABÍAS QUE...
- Haz una lista con las cosas que vas a necesitar comprar.
- Valora las cosas realmente necesarias y aquellas que sueles comprar sólo por capricho.
- Elabora un menú semanal y un listado de los productos no alimenticios que necesitas reponer en el hogar.
- Revisa el frigorífico y los armarios para saber qué productos faltan y cuáles no.
- Y por último, no dejes que las promociones del supermercado alteren mucho la lista que habías elaborado.
La falta de previsión y la prisa no son buenas a la hora de comprar porque:
- Se adquieren productos innecesarios
- No se presta atención al etiquetado y a las fechas de consumo preferente
- No se comparan los precios
¿QUÉ PUEDO HACER YO...?
- Planifica el gasto que realmente deseas hacer; parte de un presupuesto e intenta atenerte a él.
- No improvises. Es recomendable que tengas una idea clara de aquellas cosas que realmente necesitas.
- No por más ser barato es mejor. Recuerda que el producto más rebajado, incluso el más barato, puede llegar a ser más caro e inútil si tras comprarlo nunca lo utilizas.
- Compara precios y calidades, tanto en el establecimiento como en distintas tiendas. Recuerda que en las ofertas, las personas consumidoras siguen teniendo los mismos derechos que en temporada normal.
Tiquet de compra. o comprobante de la compra, debe pedirse y guardarse hasta que hayamos consumido los productos comprados, pues es la garantía del consumidor respecto a los productos adquiridos. Es imprescindible en caso de tener que reclamar.
- Comprar fuera de las horas punta. Evita ir al supermercado cuando este esté más lleno: entre las 5-7 de la tarde, cuando se termina el horario laboral, o los fines de semana por la mañana.
A LA HORA DE COMPRAR ALIMENTOS:
No debemos confundirnos con los mensajes comerciales que aparecen en los productos. Así, mensajes como «todo natural» son insignificantes desde el punto de vista de la salud; «bajo en grasas» no tiene por qué significar light; y «sin azúcar» significa que no contiene azúcar añadida, pero no evita que el producto contenga un nivel natural de azúcar o edulcorantes artificiales.
- Mirar, leer y comprender la etiqueta. Ver ficha La publicidad y ficha Las marcas y la publicidad
- Comprobar que las latas que compramos tengan buen aspecto, es decir, que no estén oxidadas, ni hinchadas ni, por supuesto, abiertas.
- Transportar los productos congelados en bolsas adecuadas (isotérmicas o aislantes) y comprarlos en último lugar, de manera que lleguen a casa lo más rápido posible. Evitaremos su descongelación.
- Entender la información que se facilita por el comerciante sobre el precio de venta al público y en su caso sobre el precio por unidad de medida.
Ver ficha aditivos alimentarios
Ver ficha alimentos ecológicos.
Ver ficha alimentación y deporte.
PARA SABER MÁS...
- La nevera debe estar a una temperatura de entre 3 y 5 grados, teniendo en cuenta que no en todas las zonas de la nevera se mantendrá la misma la misma temperatura.
- En la zona más fría de la nevera (cajones inferiores) se deben colocar las frutas y verduras; en la siguiente balda se deben guardar los pescados y las carnes frescas; en el centro de la nevera almacenaremos los lácteos y por último, en la parte superior, irán los productos ya cocinados. En la puerta colocaremos el agua y refrescos, así como las mermeladas, mantequillas y huevos.
- Cuando llegamos con nuevos productos a casa, debemos colocarlos siempre detrás de los que ya tenemos dentro del friogorífico.
- Ver fichas despilfarro alimentario, reciclado y prevención de residuos.
